Al rescate del catamarán encallado en Cala de Bou

Al rescate del catamarán encallado en Cala de Bou

El catamarán encallado ayer por la mañana en Cala de Bou. | Marina Yeste

Lo que podía haber sido una travesía tranquila en el Mediterráneo, se ha convertido en una pesadilla para los 12 turistas que estaban a bordo de un catamarán que ha acabado encallado cerca del hotel San Remo, en Cala de Bou. Gracias a la colaboración de los vecinos y trabajadores de Rumbo Norte, finalmente, solo ha quedado en un susto.

Los hechos ocurrieron el pasado jueves sobre las 6 de la mañana, donde la zona del suceso se llenó de gritos de auxilio por parte de las personas que se encontraban allí.  Sin ellos saberlo, se convirtieron en los héroes de esta historia, ya que no contaron con la ayuda del Salvamento Marítimo.

Con la ayuda de una lancha, una moto de agua y un barco un poco más grande que el catamarán encallado, lograron que esos 12 turistas que venían de Mallorca quedaran a salvo. “Hubo suerte porque el catamarán podía haber ido arrastrando con el ancla a otras embarcaciones de la zona y haberse juntado en la orilla 10 botes”, señaló uno de los vecinos que se encontraba en la zona.

La zona de Cala de Bou es una de las más turísticas y los huéspedes que se encontraban alojados en los diferentes hoteles de los alrededores no dudaron también en bajar a ayudar. “Al principio pensé que el ruido venía de gente de fiesta, pero al ver la situación, bajé a ayudar”, señaló uno de ellos.

Una vez todo controlado, se detectó que el catamarán presentaba una perforación en la quilla de la proa, con una posible fuga de gasoil. Finalmente, se descartó que fuera un peligro y no pasó a mayores y las 14:30 fue remolcado gracias a la ayuda de Rumbo Norte.

La necesidad de una infraestructura de emergencia

Las aguas no dudaron mucho tranquilas, ya que un segundo incidente tuvo lugar a escasos metros de la orilla. En esta ocasión, el protagonista fue un velero que también acabó encallado a pocos metros de donde lo hizo el catamarán.

Estos dos hechos han hecho que se abra un debate por parte de los trabajadores al necesitar una infraestructura de emergencia en el puerto de Sant Antoni. No es la primera vez que en la zona pasan situaciones como las vividas el pasado jueves. En mayo del 2021 también quedó varado un velero o en junio del 2018 un ferri con 181 pasajeros.

«No es la primera vez que pasa en esta zona y estaría bien contar con una base, de una semirrígida, para posibles emergencias», señaló uno de los trabajadores.

Ahora las aguas de Ibiza vuelven a su calma, pero se preguntan hasta cuándo.

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